sábado, 27 de febrero de 2016

Poema sin nombre - Dulce María Loynaz


He de amoldarme a ti como el río a su cauce,
como el mar a su playa, como la espada a su vaina.
He de correr en ti,
he de cantar en ti,
he de guardarme en ti ya para siempre.
Fuera de ti ha de sobrarme el mundo
como le sobra al río el aire, al mar la tierra,
a la espada la mesa del convite.
Dentro de ti no ha de faltarme
blandura de limo para mi corriente,
perfil de viento para mis olas,
ceñidura y reposo para mi acero.
Dentro de ti está todo; fuera de ti no hay nada.
Todo lo que eres tú está en su puesto;
todo lo que no seas tú me ha de ser vano.
En ti quepo, estoy hecha a tu medida;
pero si fuera en mí donde algo falta, me crezco...
Si fuera en mí donde algo sobra, lo corto.

Dulce María Loynaz

jueves, 25 de febrero de 2016

Retornos del Ángel de la sombra - Rafael Alberti


A veces, amor mío, soy tu ángel de sombra.
Me levanto de no sé qué guaridas,
fulmíneo, entre los dientes
una espada de filos amargos, una triste
espada que tú bien, mi pobre amor, conoces.
Son los días oscuros de la furia, las horas
del despiadado despertar, queriéndote
en medio de las lágrimas subidas
del más injusto y dulce desconsuelo.
Yo sé, mi amor, de dónde esas tinieblas
vienen a mí, ciñéndote, apretándome
hasta hacerlas caer sobre tus hombros
y doblarlos, deshechos como un río.
¿Qué quieres tú, si a veces, amor mío, así soy,
cuando en las imborrables piedras pasadas, ciego,
me destrozo y batallo por romperlas,
por verte libre y sola en la luz mía?
Vencido siempre, aniquilado siempre,
vuelvo a la calma, amor, a la serena
felicidad, hasta ese oscuro instante
en que de nuevo bajo a mis guaridas
para erguirme otra vez tu ángel de sombra. 

Rafael Alberti

martes, 23 de febrero de 2016

Gotas de cielo - Trini Reina


Cuando la pena amanezca
-y amanecerá-
da la mano a la aurora
que se arrodilla,
elévate con ella
hasta la luz que te fascina.

Cuando muera la soledad
-y morirá-
abre las puertas del corazón,
prisionero en tules cenicientos,
deja que el aire penetre
y enjugue la penumbra de tus arterias.

Cuando la añoranza pise los andenes,
-y los pisará-
empújala a tomar
el primer vagón que pase,
así la traslade al páramo
donde la melancolía siembra lápidas
y da la espalda a esa lóbrega
estación donde vagaste.

Cuando la pasión llegue
-y llegará-
muéstrale los pliegues de tu vientre,
la cal que tus negrores cicatriza,
la fiebre de los sentidos laureados.
Dile que te ceda sus alas…
y ven.
Ven con tus plumas de dicha asoleada,
hasta el sencillo cielo de mis brazos.

©Trini Reina
Abril 2009

lunes, 22 de febrero de 2016

Un día de estos - Ernesto Pérez Vallejo

Lluís Ribas

Un día de estos entro en tu casa,
con un arma en la mano y te acribillo
aunque sea de agua.

Todo sea por desahogarme.

O secuestro tu perro flaco
y te pido de rescate un beso
o dos caricias.

Todo sea por consolarme.

O te regalo un ramo de flores
con olor a cloroformo
y así mirarte sin chocar con tus ojos.

Todo sea por degustarte.

Un día de estos te persigo por las calles
pisando tus pisadas,
amando cada huella.

Todo sea por orientarme.

O cojo el primer tren que te esquive
huyo de ti como un cobarde
y empiezo una nueva vida.

Todo sea por resucitarme.

Ernesto Pérez Vallejo

miércoles, 17 de febrero de 2016

Rima LIII - Gustavo Adolfo Bécquer


Volverán las oscuras golondrinas 
en tu balcón sus nidos a colgar, 
y otra vez con el ala a sus cristales 
jugando llamarán. 

Pero aquellas que el vuelo refrenaban 
tu hermosura y mi dicha a contemplar, 
aquellas que aprendieron nuestros nombres... 
¡esas... no volverán!. 

Volverán las tupidas madreselvas 
de tu jardín las tapias a escalar, 
y otra vez a la tarde aún más hermosas 
sus flores se abrirán. 

Pero aquellas, cuajadas de rocío 
cuyas gotas mirábamos temblar 
y caer como lágrimas del día... 
¡esas... no volverán! 

Volverán del amor en tus oídos 
las palabras ardientes a sonar; 
tu corazón de su profundo sueño 
tal vez despertará. 

Pero mudo y absorto y de rodillas 
como se adora a Dios ante su altar, 
como yo te he querido...; desengáñate, 
¡así... no te querrán!

Gustavo Adolfo Bécquer

martes, 16 de febrero de 2016

Tu recuerdo y yo - José Alfredo Jiménez


Estoy en el rincón de una cantina
oyendo una canción que yo pedí.
Me están sirviendo ahorita mi tequila.
Ya va mi pensamiento rumbo a ti.

Yo sé que tu recuerdo es mi desgracia
y vengo aquí nomás pa' recordar.
¡Qué amargas son las cosas que nos pasan
cuando hay una mujer que paga mal!

¿Quién no sabe en esta vida
la traición tan conocida
que nos deja un mal amor?
¿Quién no llega a la cantina
exigiendo su tequila
y exigiendo su canción?

Me están sirviendo ya la del estribo.
Ahorita ya no sé si tengo fe;
ahorita solamente ya les pido
que toquen otra vez "La que se fue".



lunes, 15 de febrero de 2016

El aire ya no es aire, sino aliento... - Miguel Otero Silva


El aire ya no es aire, sino aliento;
el agua ya no es agua, sino espejo,
porque el agua es apenas tu reflejo
y ruta de tu voz es sólo el viento.

Ya mi verso no es verso, sino acento;
ya mi andar no es andar, sino cortejo,
porque vuelvo hacia ti cuando te dejo
y es sombra de tu luz mi pensamiento.

Ya la herida es floral deshojadura
y la muerte es fluencia de ternura
que a ti me liga con perpetuos lazos:

tornóse en rosa espléndida la herida
y ya no es muerte, sino dulce vida,
la muerte que me das entre tus brazos.

Miguel Otero Silva

domingo, 14 de febrero de 2016

El primer beso - Amado Nervo


Yo ya me despedía.... y palpitante
cerca mi labio de tus labios rojos,
«Hasta mañana», susurraste;
yo te miré a los ojos un instante
y tú cerraste sin pensar los ojos
y te di el primer beso: alcé la frente
iluminado por mi dicha cierta.

Salí a la calle alborozadamente
mientras tu te asomabas a la puerta
mirándome encendida y sonriente.
Volví la cara en dulce arrobamiento,
y sin dejarte de mirar siquiera,
salté a un tranvía en raudo movimiento;
y me quedé mirándote un momento
y sonriendo con el alma entera,
y aún más te sonreí... Y en el tranvía
a un ansioso, sarcástico y curioso,
que nos miró a los dos con ironía,
le dije poniéndome dichoso:
-«Perdóneme, Señor esta alegría.»

Amado Nervo

viernes, 12 de febrero de 2016

La culpa es de uno - Mario Benedetti


Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo previsto
ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido

todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron

hasta aquí había hecho y rehecho
    mis trayectos contigo
hasta aquí había apostado
a inventar la verdad
pero vos encontraste la manera
    una manera tierna
    y a la vez implacable
    de desahuciar mi amor

con un solo pronostico lo quitaste
    de los suburbios de tu vida posible
lo envolviste en nostalgias
lo cargaste por cuadras y cuadras
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera
ahí nomás lo dejaste
a solas con su suerte
    que no es mucha

creo que tenés razón
la culpa es de uno cuando no enamora
    y no de los pretextos
    ni del tiempo

hace mucho muchísimo
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
    mas no fue tierno

ahora estoy solo
francamente
    solo

siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado

antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno

con los ojos bien secos
por si acaso

miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.

Mario Benedetti


lunes, 8 de febrero de 2016

Kasida de amor y de miedo - Joaquín Romero Murube


¿Quién me sigue por la calle?
-¿Quién en la esquina en acecho?

-Nadie te vio entrar. Respira.
La vida nace en tus besos.
Están las puertas cerradas
y el corredor en secreto.

-¿Quién pasa tras la cancela?
-¿Quién habla cerca, aquí dentro?

-No pasa nadie. Los muros
no devuelven ningún eco.
Tus labios, llenos de espanto,
duelen de frío y de fuego.

(En la oscuridad, las sombras
juegan su baile de espectros.
En el aire de la cita
brinca la cebra del miedo.
Crujen auras navegantes
sobre el cauce del silencio.
Y el mundo rueda al abismo
ante un reloj descompuesto.)

¡Ay amor si tú volvieras,
amor de amor y de miedo!

Joaquín Romero Murube (1904 - 1969)

jueves, 4 de febrero de 2016

Altos y bajos en tu corazón furtivo - Gloria Fuertes


Altos y bajos en tu corazón furtivo...
Manipulas tus horas fríamente...
Te vas a cada rato de repente,
arena movediza,
para la sed no vales
tenerte es poseer agua en un cesto.
Yo te presté la ropa,
y me quedé desnuda,
así no puedo caminar,
es menester la túnica completa,
pensé me la darías aunque fuera de saco.
Al amor no se le pueden dar retales.

Gloria Fuertes

miércoles, 3 de febrero de 2016

Música triste - Andrés Mata



¿Un amor que se va? ¡Cuántos se han ido!
Otro amor llegará más duradero
y menos doloroso que el olvido.
El alma es como el pájaro señero
que roto el nido en el ruinoso alero,
bajo otro alero reconstruye el nido.
Puede el último amor ser el primero.
Mientras más torturado y abatido,
el corazón del hombre es más sincero.
Tras de cada nublado hay un lucero,
y por ruda tormenta sacudido,
florece hasta morir el limonero.
¿Un amor que se va? ¡Cuántos se han ido!
¡Puede el último amor ser el primero!

No te alejes del piano todavía.
Alada brote del marfil del piano,
bajo el lirio fragante de tu mano,
la tierna y amorosa melodía.
Ese adagio tristísimo y arcano
dulcifica mi espíritu doliente,
como si presintiera por mi frente
la inefable caricia de tu mano.
Si dispuso el dolor con golpe fiero
llenar de sombra la existencia mía,
ya se levanta luminoso el día
y florece otra vez el limonero.
No te alejes del piano todavía...
¡Puede el último amor ser el primero!...
                          Andrés Mata
Venezuela (1870 – 1931)

martes, 2 de febrero de 2016

Aunque tú no lo sepas - Luis García Montero


Como la luz de un sueño,
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminado
esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos...

Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.

También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.

Luis García Montero

lunes, 1 de febrero de 2016

Más allá del olvido - Alejandra Pizarnik


Alguna vez de un costado de la luna
verás caer los besos que brillan en mí
las sombras sonreirán altivas
luciendo el secreto que gime vagando
vendrán las hojas impávidas que
algún día fueron lo que mis ojos
vendrán las mustias fragancias que
innatas descendieron del alado son
vendrán las rojas alegrías que 
burbujean intensas en el sol que
redondea las armonías equidistantes en
el humo danzante de la pipa de mi amor.

Alejandra Pizarnik