jueves, 26 de febrero de 2015

Poema del árbol - José Ángel Buesa


Árbol, buen árbol, que tras la borrasca 
te erguiste en desnudez y desaliento, 
sobre una gran alfombra de hojarasca 
que removía indiferente el viento...

Hoy he visto en tus ramas la primera 
hoja verde, mojada de rocío, 
como un regalo de la primavera, 
buen árbol del estío.

Y en esa verde punta 
que está brotando en ti de no sé dónde, 
hay algo que en silencio me pregunta 
o silenciosamente me responde.

Sí, buen árbol; ya he visto como truecas 
el fango en flor, y sé lo que me dices; 
ya sé que con tus propias hojas secas 
se han nutrido de nuevo tus raíces.

Y así también un día, 
este amor que murió calladamente, 
renacerá de mi melancolía 
en otro amor, igual y diferente.

No; tu augurio risueño, 
tu instinto vegetal no se equivoca: 
Soñaré en otra almohada el mismo sueño, 
y daré el mismo beso en otra boca.

Y, en cordial semejanza, 
buen árbol, quizá pronto te recuerde, 
cuando brote en mi vida una esperanza 
que se parezca un poco a tu hoja verde...

José Ángel Buesa

miércoles, 25 de febrero de 2015

Adolescencia - Juan Ramón Jiménez


En el balcón, un instante 
nos quedamos los dos solos. 
Desde la dulce mañana 
de aquel día, éramos novios. 
—El paisaje soñoliento 
dormía sus vagos tonos, 
bajo el cielo gris y rosa 
del crepúsculo de otoño.— 
Le dije que iba a besarla; 
bajó, serena, los ojos 
y me ofreció sus mejillas, 
como quien pierde un tesoro. 
—Caían las hojas muertas, 
en el jardín silencioso, 
y en el aire erraba aún 
un perfume de heliotropos.—

No se atrevía a mirarme; 
le dije que éramos novios, 
...y las lágrimas rodaron 
de sus ojos melancólicos.

Juan Ramón Jiménez

martes, 24 de febrero de 2015

Sin edad - Irene Sánchez Carrón


 Hoy sueño que caminas a mi lado
y juegan en el suelo nuestras sombras
como gráciles aves sin edad.
Y la sombra sin edad de tu mano
acaricia un lugar en el suelo
donde podría estar mi corazón.
Y la sombra sin sombras de mis labios
busca el lugar exacto
donde dejar los besos, las palabras.

La soledad es sólo
el peso de tu nombre en la memoria.

Irene Sánchez Carrón

lunes, 23 de febrero de 2015

Ahuyentemos el tiempo, amor - Gioconda Belli


Ahuyentemos el tiempo, amor,
Que ya no exista;
Esos minutos largos que desfilan pesados
Cuando no estás conmigo
Y estás en todas partes
Sin estar pero estando.
Me dolés en el cuerpo,
Me acariciás el pelo
Y no estás
Y estás cerca,
Te siento levantarte
Desde el aire llenarme
Pero estoy sola, amor,
Y este estarte viendo
Sin que estés,
Me hace sentirme a veces
Como una leona herida,
Me retuerzo
Doy vueltas
Te busco
Y no estás
Y estás
Allí
Tan cerca.

Gioconda Belli

miércoles, 18 de febrero de 2015

Cáscara y nada - Mario Benedetti


 A veces el futuro es un sueño cerrado
y uno arroja la llave al precipicio
el corazón a veces nos despierta a los gritos
y uno se vuelve sordo de ternura.

A veces es preciso que se nos caiga el cielo
para saber todo lo que nos falta
para inventar el surco del insomnio
para quedarse a solas con el mundo.
  
Casi siempre es la hora de la verdad vacía
sólo cáscara y nada
Dios inmóvil
es el temor recién amanecido y ya opaco de veras
ya de veras maldito.

A veces el futuro es una noche sola
y uno gasta la urgencia en llegar y dormirse.

Mario Benedetti

jueves, 12 de febrero de 2015

La lluvia


 La lluvia siempre me recuerda a ti,
a nuestras conversaciones, a tu 
mirada transparente y a toda esa
tristeza que había entre nosotros.
La lluvia me recuerda a ti. Su sonido
al caer, trae a mi memoria la pasión
de nuestros mejores momentos.
La lluvia me recuerda a ti, a tu caricia
tierna. a ese aire melancólico tan tuyo
y a tus ojos soleados pero cubiertos
de nubes grises.

Verónica 
Paraje Literario

miércoles, 11 de febrero de 2015

Necesidad - Antonio García Barbeito


Necesito tu diario encuentro,
una página nueva cada día
que yo iré, despacio, leyendo:
Tu mirada, tu risa,
tu secreto…
Tu alegría mojándome la cara,
tu tristeza secándomela luego.
Tu mano nerviosa y rezagada,
como niña en sus primeros juegos.
La golondrina de tu espontaneidad.
el misterio y la paz de tu silencio.
Tus femeninas cosas por el alma,
tus femeninas cosas por el cuerpo…
Y la firma, al final de cada hoja,
larga, larga, larga, de tus besos…


AGB ("Mi primera palabra")
Gines, verano de 1978

Antonio García Barbeito

Mientras tú existas... - Ángel González


 Mientras tú existas, 
mientras mi mirada 
te busque más allá de las colinas, 
mientras nada 
me llene el corazón, 
si no es tu imagen, y haya 
una remota posibilidad de que estés viva 
en algún sitio, iluminada 
por una luz cualquiera... 
Mientras 
yo presienta que eres y te llamas 
así, con ese nombre tuyo 
tan pequeño, 
seguiré como ahora, amada 
mía, 
transido de distancia, 
bajo ese amor que crece y no se muere, 
bajo ese amor que sigue y nunca acaba.

Ángel González

martes, 10 de febrero de 2015

Días y noches te he buscado - Vicente Huidobro


Días y noches te he buscado
Sin encontrar el sitio en donde cantas.
Te he buscado por el tiempo arriba y por el río abajo.
Te has perdido entre las lágrimas.

Noches y noches te he buscado
Sin encontrar el sitio en donde lloras
Porque yo sé que estás llorando.
Me basta con mirarme en un espejo
Para saber que estás llorando y me has llorado.

Sólo tú salvas el llanto
Y de mendigo oscuro
Lo haces rey coronado por tu mano.

Vicente Huidobro

lunes, 9 de febrero de 2015

Siempre... - Trini Reina


Tan lejos como la distancia
de todos los trenes,
caminan tus pasos ahora.
Desde mi soledad de aquí, 
el ayer, a prisa se desvanece.

Ayer de los días proclives,
ayer de las tardes sin sombras
ayer de tu voz pronunciando siempre,
ayer de  laureles y  derrotas,
ayer, paraíso lento de mi desvarío.
ayer, páramo violento de tu desmemoria,
ayer de un amor que nunca escribió septiembre,
ayer de una pasión peregrina y a deshora.

¡Qué lejos la palabra siempre!
¡Qué infinita!

Trini Reina

miércoles, 4 de febrero de 2015

La luna vino a la fragua - Federico García Lorca


La luna vino a la fragua
Con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
Mueve la luna sus brazos
Y enseña, lúbrica y pura,
Sus senos de duro estaño.
-Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
Harían con tu corazón
Collares y anillos blancos.
-Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
Te encontrarán sobre el yunque
Con los ojillos cerrados.

-Huye luna, luna, luna,
Que ya siento sus caballos.
-Niño, déjame, no pises
Mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
Tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño
Tiene los ojos cerrados.

Por el olivar venían,
Bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
Y los ojos entornados.

Cómo canta la zumaya,
¡Ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
Con un niño de la mano.

Dentro de la fragua lloran
Dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.

Federico García Lorca

martes, 3 de febrero de 2015

Soneto II. Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso - Pablo Neruda


Amor, ¡cuántos caminos hasta llegar a un beso,
Qué soledad errante hasta tu compañía!
Siguen los trenes solos rodando con la lluvia.
En Taltal no amanece aún la primavera.

Pero tú y yo, amor mío, estamos juntos,
Juntos desde la ropa a las raíces,
Juntos de otoño, de agua, de caderas,
Hasta ser sólo tú, sólo yo juntos.

Pensar que costó tantas piedras que lleva el río,
La desembocadura del agua de Boroa,
Pensar que separados por trenes y naciones

Tú y yo teníamos que simplemente amarnos,
Con todos confundidos, con hombres y mujeres,
Con la tierra que implanta y educa los claveles.

Pablo Neruda

lunes, 2 de febrero de 2015

A tientas - Mario Benedetti


Se retrocede con seguridad
Pero se avanza a tientas
Uno adelanta manos como un ciego
Ciego imprudente por añadidura
Pero lo absurdo es que no es ciego
Y distingue el relámpago la lluvia
Los rostros insepultos la ceniza
La sonrisa del necio las afrentas
Un barrunto de pena en el espejo
La baranda oxidada con sus pájaros
La opaca incertidumbre de los otros
Enfrentada a la propia incertidumbre

Se avanza a tientas / lentamente
Por lo común a contramano
De los convictos y confesos
En búsqueda tal vez
De amores residuales
Que sirvan de consuelo y recompensa
O iluminen un pozo de nostalgias

Se avanza a tientas / vacilante
No importan la distancia ni el horario
Ni que el futuro sea una vislumbre
O una pasión deshabitada

A tientas hasta que una noche
Se queda uno sin cómplices ni tacto
Y a ciegas otra vez y para siempre
Se introduce en un túnel o destino
Que no se sabe dónde acaba.

Mario Benedetti

Espero curarme de ti - Jaime Sabines


Espero curarme de ti en unos días.
Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible.
Siguiendo las prescripciones de la moral en turno.
Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana?
No es mucho, ni es poco, es bastante.
En una semana se puede reunir todas las palabras de amor
Que se han pronunciado sobre la tierra y
Se les puede prender fuego.
Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado.
Y también el silencio. Porque las mejores palabras de amor
Están entre dos gentes que no se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral
Y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero
Cuando digo: "qué calor hace", "dame agua",
"¿Sabes manejar?", "se hizo de noche"
Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías,
Te he dicho "ya es tarde", y tú sabías que decía "te quiero").

Una semana más para reunir todo el amor del tiempo.
Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras:
Guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura.
No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana
Para entender las cosas. Porque esto es muy parecido
A estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.

Jaime Sabines